En estos tiempos que vivimos, los niños tienen mucha información y libertad, más que en generaciones pasadas. Ello nos lleva a encontrarnos que te sorprendan con sus contestaciones, que te dejen sin palabras y que a veces hagan perder la cabeza a los padres por el poco caso que les hacen.
Los errores más frecuentes que se suelen encontrar en terapia son del tipo: gritos, enfados, ceder después de haber dicho "no" en un primer momento; incumplir promesas y castigos, excesiva permisividad; poca coherencia y confusión a la hora de plantear situaciones, exigencias inmediatas de aprendizaje...
Lo que hay que destacar de todas estas situaciones es cual es el estado de los padres. La tranquilidad, comprensión y paciencia van a ser tus aliados. Toma tiempo para escucharles y aprender de ellos, pues tu hijo es un gran maestro para ti. Aunque, cuidado, eso no tiene nada que ver con que le permitas todo.
Existen formas sencillas que te pueden ayudar a aplicar una autoridad de forma positiva y de experimentación y aprendizaje para ambos .
En principio debes ser coherente contigo y a la vez con tu pareja, en los objetivos que tenéis en cuanto a la educación de vuestro hijo.
La forma de enseñar ha de ser clara y concisa. No puedes pedir a tu hijo que se ate bien los zapatos sino le has enseñado a hacerlo; o a comer bien cuando no le has indicado la mejor forma de coger la cuchara. No bases tu educación en marcar objetivos sino en enseñarlos.
Y todo ello lo envuelves con paciencia y buen humor, siendo consciente de que cada cosa requiere sus pasos y su tiempo de aprendizaje. Y si lo hace mal muestra tu alegría al ver su esfuerzo, valora cada uno de sus intentos y su constancia en hacerlo mejor.
Da ejemplo a tu hijo, eres su referente. Muéstrale que los errores existen y que tú los cometes también, y que eso no supone ningún problema si vuelves a intentarlo y rectificas tus actos.
Pon tu confianza en tus hijos y ellos confiarán en ti.
Acepta que ellos también tienen preocupaciones, a su nivel; que también padecen dolor; habla con ellos al respecto y permite que los expresen y reflexionad juntos; todo forma parte de su aprendizaje.
Y por encima de todo no olvides que el amor es un factor importante para que todo funcione, es tu mejor compañero para beneficio de todos.
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