LO QUE LA TIMIDEZ ESCONDE

Detrás de la timidez nos encontramos generalmente un estado de baja autoestima y una idea no demasiado positiva de uno mismo.

Hay miedo a que te critiquen, a que te juzguen, a que te rechacen; te lleva a comportarte de forma defensiva y te limita tu autoconfianza, así como a aceptarte tal cual eres, pasando a ser una persona débil que se siente inferior a los demás.

Quizás tuviste una infancia muy rígida, padres autoritarios, donde nada estaba perfecto, todo lo que hacías era criticado y nunca llegabas a las expectativas impuestas.

Quizás tu infancia fue de superprotección, con muchas normas a seguir. 

Quizás tu niñez estuvo ausente de límites, o quizás pasaste por alguna situación de abuso, acoso, marginación...

Lo que si suele ser común en las personas tímidas es el alto sentido de perfeccionismo y autoexigencia extrema. Le cuesta aceptar errores, equivocarse es ser inferior.

Cada uno de nosotros somos seres únicos, y no debemos compararnos nunca con los demás; cada uno tiene su forma especial y todas son válidas.
Los miedos a equivocarse, a la crítica, hace que la persona tímida tenga limitaciones perjudicando su crecimiento personal.

Hay que escuchar las críticas, reflexionarlas y ver que podemos aprender de ellas.
Y nuestra actitud siempre ha de ser desde la posibilidad de éxito, no desde el fracaso, ya que ahí es cuando nos bloqueamos.
Hay que encontrar tu propio valor y afrontar tus situaciones de miedos. Debes arriesgarte a que puedes equivocarte, y aceptarlo. Y no pasa nada. Y lo aceptas, y los demás te aceptan.

No te sigas castigando, acepta tu timidez y busca esas situaciones que te causan tensión y busca la forma de solucionarlas. Vívelas como retos a vencer. Son oportunidades de aprendizaje y superación.

No te etiquetes y comprende tu timidez. Busca su origen y compréndete.
Enfréntate a ello poco a poco, y sonríe, ríe a menudo, de ti mismo, de tus errores, y VENCERÁS!