jueves, 28 de agosto de 2014

LA FUERZA DE LAS PALABRAS


Hace días que por varias situaciones vividas estoy observando el gran poder de las palabras, las que nos dicen y las que nosotros decimos, a los demás y a nosotros mismos.
Es muy curioso cuando empiezas a valorar detenidamente la situación y te das cuenta de lo inconsciente que podemos llegar a estar sobre este tema.

Es evidente que las palabras nos influyen, que podemos alejarnos o acercarnos más a alguien dependiendo de ellas, que podemos estar más o menos motivados dependiendo de ellas,.. y lo cerca o lejos que podemos estar de nuestros propios propósitos según nos digamos.

Las palabras tendrían que tener siempre un halo de positivismo, nos tienen que transmitir energía, motivación, darnos alegría y bienestar, ayudarnos en nuestro camino de evolución.
... descubrimos que no siempre es así.
                                                              

 Hay una cosa de la que debes olvidarte: las palabras NO se las lleva el viento, para nada. Las palabras se quedan, y dependiendo de que se dice y de como se dice, influyen de forma positiva o negativa.

Una palabra puede sanar una situación, puede traer reconciliación, motivación... aunque también puede crear conflictos, desmotivar, producir desaliento, frustración...

Las palabras son energía que pueden llegar a transformar una situación, pueden transformarte a ti.
Si en tu camino encuentras personas que te hacen sentir menos por sus palabras, deja de escucharlas, tu sabes quien eres y a donde puedes llegar, no dejes que nadie decida tu camino por ti, no dejes penetrar esas palabras en ti; no creas todo lo que te dicen y por sobre todas las cosas cree en ti.

Observa detenidamente tu vocabulario y no seas tú tu propio enemigo. Fíjate en esas expresiones que te influyen de forma negativa y que te repites a menudo. Descartalas de tu lenguaje pues puede ser
que estén afectando a tu autoestima y debiliten tu voluntad de acción.
                                                           

Cuantas veces no te dices "no", "no puedo" "no sé" "no soy capaz" "mejor lo dejo" "esto no es para mi"
Crea cambios en tu expresión, juega a tu favor. No se trata de "intentar" sino de "hacer". No se trata de "podría hacer...", sino de "puedo hacer..."; y de quitar frases hechas como "cueste lo que cueste" "lo hago como sea"... que están poniendo límites a tu acción.

No caigas en "me gustaría..." sino en "voy hacer..."
Ahora ya sabemos del poder de la mente y si le entregamos repetidamente palabras que no os ayudan... no nos va a beneficiar.

Cambia tu lenguaje, haz que sea optimista, positivo, con fuerza y determinación y conseguirás aquello que te propongas.
No hables contigo mismo sino es para valorarte, motivarte, respetarte y amarte.

"Cuida tus pensamientos pues estos se convierten en palabras; y cuida tus palabras porque ellas marcan tu destino"





 


1 comentario:

  1. RECORDATORI
    molt encertat.
    De coses i fets que ja sabem, si, pero que tan sovint les oblidem....

    De vegades
    va be que ens recordin el be i sobretot quin mal poden fer les paraules....

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