VACACIONES Y DESCONEXIÓN

Las vacaciones, una etapa del año que bien merece una reflexión y conciencia de lo que representan y pueden llegar a representar en nuestra vida.

Andamos con un exceso de obligaciones y preocupaciones de forma habitual y rutinaria que bien hacen que merezcamos disfrutar de unos días de desconexión, sin compromisos, agendas, ni relojes que vayan marcando nuestro ritmo.

El hecho de desconectarnos de lo habitual puede aportarnos grandes beneficios para nuestra salud, tanto física como mental.

Por lo pronto nos ayuda a reducir el estrés, cambiando nuestro ritmo de acción. 

Nos permite tener tiempo para nosotros, para hacer lo que te gusta, esas cosas que durante el año te parece imposible que vayas a hacer. 

Te da la oportunidad de tener nuevas experiencias, de conocer nuevos lugares, nuevas personas, estar más con la familia, con los amigos, compartir, viajar,... crecer!

Y hay una cosa muy importante que representan las vacaciones: la recompensa por todo lo trabajado durante el año, el premio por tu esfuerzo, tu regalo.

Al hacerte ese regalo, como merecimiento, está haciendo que haya en ti un sentimiento positivo, tu autoestima aumenta y mejora notablemente tu estado de ánimo. Y ello va a repercutir en ti, en tu vida y en los que te rodean.

¿Como no va a ser así si estás haciendo lo que te gusta?, si estás dejando a un lado cualquier cosa que sean obligaciones y preocupaciones? si te estás permitiendo ser TÚ?

No caigas en la tentación de planear en exceso tus vacaciones; si lo que realmente quieres es salir de una programación  no es necesario hacer una planilla exhaustiva de todo lo que vas a hacer. No se trata de comer a una hora concreta porque es la hora en la que comes siempre; no te vayas a dormir porque toque aunque no tengas ni sueño ni ganas,... 

No vayas a dejarte llevar por la presión externa, aplica todo lo que sabes, las herramientas que conoces de ti mismo, y utilízalas. Calma. Tranquilidad. Conciencia. Quererte. Disfrutar cada momento. Sonreír.

¡Felices Vacaciones!