miércoles, 12 de febrero de 2014

ASERTIVIDAD


En estos últimos días en mis talleres de gestión del estrés ha surgido un tema interesante y bastante común entre los participantes y creo que en general es algo habitual: no saber ser asertivo.

Un tema que no siempre se conoce de qué trata y curiosamente un motivo importante en los estados de ansiedad, formando parte del cuadro causante de estrés.
                                                                         
La asertividad es la habilidad de expresar nuestros deseos de una manera amable, directa y adecuada, para conseguir decir lo que queremos sin que se dañe a los demás. Me respeto y te respeto.

Nos encontramos tres formas de decir las cosas: una forma es la Pasividad: evitar decir o pedir lo que quieres o te gusta; otra forma es la Agresividad: hacerlo de forma tan violenta que agredimos al otro y nos descalificamos nosotros mismos; la otra sería la Asertividad.

Se trata de saber pedir, saber negarse, negociar, ser flexible,... para poder conseguir lo que se quiere, respetando los derechos del otro y expresando nuestros sentimientos de forma clara. De hacer y recibir cumplidos, y de hacer y aceptar quejas.

La asertividad es básicamente atreverse a mostrar nuestros deseos de forma amable. El punto importante es atreverse; y si lo haces de forma adecuada no se tiene porque ofender nadie.

Cuando la ansiedad y el miedo son demasiado grandes, hasta el punto de impedir la expresión de tus deseos...hay que plantearse la estrategia de superación.

Debes tener tus objetivos claros, no dejarte distraer por tus pensamientos contrarios ni las emociones que generan. No siempre vamos a quedar bien. No se trata de machacar a nadie. No esperes que te vayan a dar la razón.."Lo que cuentan son los hechos y no las palabras".


Describe lo que quieres de forma concreta y manifiesta tus pensamientos y emociones de forma clara. No enjuicies, ni a ti ni a los demás. ¡Atrévete!



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