Si
queremos dormir bien debemos vivir bien, pues nuestra hora de sueño no es más
que un reflejo de lo que ha sido nuestro día
Posiblemente
más de uno hayáis experimentado lo que es una noche de insomnio. La mente es
como un molinillo a toda velocidad, el cuerpo intranquilo se retuerce en la
cama, se estira, se gira hasta que los primeros rayos del sol nos hacen ver el
agotamiento y angustía de no haber pegado ojo
El
sueño es una parte importante de nuestra vida y esa situación se nos hace
desagradable y probablemente condiciona nuestro día, tanto anímica como
físicamente
Diversos
factores propician el insomnio: cenas copiosas, bebidas excitantes, exceso de
actividad antes de acostarnos y un factor importante que nos impide conciliar el
sueño es nuestra propia mente.
Te pueden dominar las preocupaciones, dar vueltas a situaciones laborales,
familiares, nuevos proyectos,... Cuánto más intentas parar la mente, más
persisten los pensamientos
Es
imprescindible dormir, descansar, para recuperar el cuerpo y para descansar la
mente. Y se nos hace esencial soñar, para, a través de los sueños descargar
todo lo que nuestro consciente e inconsciente va acumulando durante el
día
Es
importante soñar para ofrecernos la posibilidad de descargar preocupaciones,
para encontrar soluciones o respuestas en ese lenguaje metafórico de los
sueños, para descubrir nuestro mundo interno que no podemos ver cuando estamos
despiertos.
Necesitamos
crearnos un plan para recuperar la normalidad y poder vivir la vida
despiertos.
Debemos iniciar nuestro plan valorando el sueño como parte importante de nuestra
vida, darle su lugar y tiempo necesario. Mantener horarios más o menos
regulares. Hacer de nuestro dormitorio una estancia acogedora y agradable
Un
punto importante a tener en cuenta es sobrellevar nuestras emociones de forma
que no lleguen a desequilibrar nuestro sueño. Resolverlas antes de meternos en
la cama, y si no es posible, de forma serena, dejarnos abrazar por los brazos de
Morfeo preguntando o pidiendo una respuesta a la situación. Se trata
de "consultar con tu almohada"
Es
bueno tener papel y boli a mano, sobre la mesita. En esos momentos de conquista
de la tranquilidad pueden surgir pensamientos e ideas que si las anotamos ya las
estamos sacando de nuestra mente.
Y por la mañana, al despertar, podemos anotar nuestros sueños para así
obtener respuestas desde nuestro inconsciente.
Respira
tranquilo, relaja tu cuerpo y medita unos instantes para una buena
predisposición a un estado de quietud mental
"¡Necesitamos
dormir, necesitamos soñar, para así día día Despertar!"
C.G.
Conxita
Gallardo
Psicoterapeuta Transpersonal /Teràpies Energètiques
93-8757272
/ 699-401491
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