Observa en tu rutina diaria si tienes alguna de estas conductas, o semejantes: compras de forma compulsiva; llevas al extremo la higiene o la limpieza; bebes o comes en exceso...
Cualquier conducta que se lleva a cabo de una forma compulsiva, no es ese el problema en si, sino que esa actitud la has tomado como una forma de calmar una sensación desagradable a la que no te quieres afrontar.
Esa forma de actuar te evade, por unos momentos, de tu problema real.
Ocultas un problema de fondo que curiosamente te ocasiona otros problemas, como sentir vergüenza por lo que haces; tener que guardar secretos ante los demás, incluso a tu entorno más cercano; llegar a tener dificultades económicas...
Tienes que buscar la causa del problema, el fondo real que te lleva a actuar así, a ocultarte de ti y de los demás.
Piensa que lo que consigues de esa forma es llegar a estados de ansiedad que pueden llegar a afectar tu vida, tus relaciones...
Es una vía de escape, nada más; y puede que te alivie tu tristeza, tu rabia, tu soledad...saciando ese vacío; aunque no lo hace de forma real.
Ir de compras un día para sentirte bien, no es malo, te hace sentir vivo, atendido, alegre, comprendido...el problema viene cuando ello se vuelve una necesidad.
En tu interior hay un vacío que no acabas de llenar nunca, por mucho que comas... son carencias, inseguridades, miedos... que son los que provocan ese "agujero" en ti.
Hazte consciente de ello, observa detenidamente y descubre que es lo que tus acciones esconden.
Si no lo logras ver por ti solo, solicita ayuda, la terapia te puede ayudar a descubrirlo y cambiarlo.
¡Feliz encuentro!
No hay comentarios:
Publicar un comentario