jueves, 26 de septiembre de 2013

REFLEXIÓN EN OTOÑO


Hemos entrado en el otoño. La etapa de transición y preparación para el frío que nos llega.
Las hojas de los árboles transforman su color verde en amarillo, marrón o rojizo; y se secan y se caen; ayudadas por el viento que sopla con mayor fuerza. La temperatura se enfría , empiezan las lluvias. Los animales se preparan para el frío, o emigran a zonas cálidas.

Al principio, día y noche tienen la misma duración; luz y oscuridad en equilibrio. Poco a poco el sol se muestra más lejano y la noche va robando espacio al día. Las horas que nos exponemos al sol aminoran.

Venimos de días radiantes de sol, calor, vacaciones, descanso,... y volvemos a nuestra rutina con muchos cambios medioambientales que irán aminorando nuestras ganas de actividad y nos producen síntomas como estrés, ansiedad, insomnio, astenia otoñal,...

Se trata de una situación transitoria en respuesta a cambios que alteran nuestros ciclos naturales fisiológicos. Este hecho, si lo tomamos en un estado de alerta consciente nos privamos de todos esos trastornos psicosomáticos.

El otoño es una época de "nueva cosecha", es un momento para agradecer todo lo recibido y de guardar lo necesario para el invierno que se acerca. Es el momento de decidir que semillas dieron fruto, cuales no. Nuestro trabajo interior en este momento es de reflexión sobre nuestra vida. ¿Qué quiero conservar y qué quiero dejar "caer"? ¿Qué me sirve y qué no?

Igual que los árboles dejan caer sus hojas, nosotros soltamos aquello que nos sobra, para dejar que nuevas semillas germinen.

El otoño es una estación de reflexión, de interiorización, de entrar en nuestra "noche", aceptarla y transformar nuestras "sombras" en nuevas semillas.

Es momento de consolidar asuntos de interés; de iniciar disciplinas que apoyen nuestra tranquilidad y madurez.

Es momento de poner orden en nuestra mente, de reflexionar sobre nuestros apegos; de conquistar lo que sí queremos y deshacernos de lo que no.

Toma baños diarios de sol, haz ejercicio físico, descansa lo necesario, come de forma equilibrada, disfruta de tus amigos y familia, y verás como todos los trastornos otoñales no tendrán cabida en ti.

El otoño llega para recordarte que siempre estás en posibilidad de alcanzar tus sueños y sanar tu alma.



"Los árboles meditan en invierno. Gracias a ello, florecen en primavera; dan sombra y frutos en el verano, y se despojan de lo superfluo en el otoño"  Poema Zen

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